Fundación Movicancer

Tabacaleras en su paraíso

“¡Nunca han estado mejor!” nos referimos a la industria del tabaco nicaragüense, gracias a que en los últimos años ha alcanzado una alta distinción en el mercado internacional, ubicando al tabaco “pinolero” entre los 5 de los 10 mejores del mundo.

Aunque en abril de 2014, la FDA hizo pública la regulación de la “Ley de Control de Tabaco y Prevención Familiar del Hábito de Fumar” de Estados Unidos, que fue aprobada por el Congreso Norteamericano en junio de 2009, esta regulación, no se ha constituido ninguna barrera a la exportación del tabaco nicaragüense, que se sigue ubicando muy bien en el mercado norteamericano, tanto así, que la industria no ha podido atender las “nuevas” solicitudes por estar encima de la capacidad de producción nacional.

En este sentido, la Cámara Nicaragüense de Tabacaleros (CNT) a través de su Vicepresidente, informó a El Nuevo Diario en noviembre de 2017, que la industria del tabaco nicaragüense espera crecer 6 por ciento en sus plantaciones en 2018, para alcanzar 3,494 hectáreas de extensión.

Esta noticia, por supuesto, es considerada con seriedad y celebrada por el estado de Nicaragua. Actualmente la industria tabacalera brinda unos 40,000 empleos directos, especialmente en la zona norte del país, tomando en cuenta que el 90% de la producción de hoja del tabaco es para la creación de “puros” nicaragüenses.

“La otra cara de la moneda”

Los datos parecen muy buenas noticias cuando examinamos una cara de la moneda. Sin embargo, cuando analizamos el balance entre la producción y exportación del tabaco versus la importación y consumo del cigarrillo, la cosa cambia; cambia debido a que muestra el grado de vulnerabilidad a la que está expuesta la juventud nicaragüense.

Repasemos algunos antecedentes: aunque no existen datos sobre la prevalencia del consumo de tabaco en adultos, la encuesta realizada por la OMS sobre “Jóvenes y Tabaco en las Américas (2000 – 2010)” reportó que el inicio temprano de consumo de cigarrillo en varones fue del 21,5% y en mujeres del 17,4%, cifras que no parecen ser muy altas, pero cuando las comparamos con los mismos reportes de sus pares en la región centroamericana, las cifras de Nicaragua se ubican entre las más altas de Centroamérica superadas únicamente por las cifras obtenidas en Belice.

Si exploramos a nivel del segmento poblacional más joven, encontramos que el consumo actual de cigarrillos en jóvenes fue del 21,2% superando la media de América Latina y el Caribe (16,2%). En tanto que el porcentaje de fumadores pasivos a nivel de la república es del 54,1%, constituyéndose nuevamente como la cifra más alta de Centroamérica.

“Le dan la mano, y toman hasta el codo”

La OMS ha expresado que el tabaco es uno de los cuatro mayores factores de riesgo conductuales para las enfermedades crónicas no trasmisibles, y se estima que es responsable del 71% de los cánceres de pulmón, 42% de las enfermedades crónicas pulmonares obstructivas crónicas y cerca del 10% de las enfermedades cardiovasculares.

La OPS en Nicaragua ha señalado que en los registros del Ministerio de Salud (MINSA) en el período 1998-2012 fallecieron unas 2,221 personas con diagnóstico ligado al consumo de tabaco, entre ellas: agenesia del pulmón, gangrena y necrosis de pulmón, enfermedad reumatoide del pulmón, tumor maligno del pulmón y absceso del pulmón.

Este mismo informe, señaló que el tabaquismo, en términos de mortalidad, tiene un marcado efecto en el sexo masculino (60.4% de las defunciones). Los hombres no solo se mueren notoriamente más que las mujeres por causas asociadas con el consumo de tabaco, sino que también fallecen más temprano (83% fallecen en el grupo de edad de 50 años y el 11% entre 35 a 49 años de edad), lo que señala la necesidad de emprender acciones dirigidas a este sector poblacional.

Cuando nos preguntamos a qué se debe la popularidad del consumo de cigarrillos (derivado del tabaco) entre los jóvenes nicaragüenses, –quienes parecen estar más dispuestos a iniciar el consumo de tabaco a edades tempranas más que sus pares centroamericanos-, tenemos que tomar en cuenta varios factores, entre ellos a) la disponibilidad, b) el mercadeo feroz y c) la falta de monitoreo para hacer que las regulaciones se cumplan y se castiguen las infracciones a la Ley 727 (Ley para el control del tabaco)

  1. Hablemos de la disponibilidad (Costo): El informe de control del tabaco de la OPS/OMS en el año 2011, señala los avances del país en virtud del Artículo 6 del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, (CMCT OMS), donde las partes reconocieron que las medidas relacionadas con los precios e impuestos son un medio eficaz e importante para que diversos sectores de la población, en particular los jóvenes, reduzcan su consumo de tabaco. Cada parte deberá aplicar políticas fiscales y de precios a los productos de tabaco, incluyendo la prohibición o restricción, según proceda, de la venta libre de impuestos de productos de tabaco a fin de contribuir a los objetivos de salud tendientes a la reducción de su consumo.

En Nicaragua, el precio medio de la marca de cigarrillos más vendida es U$1.41 (un dólar con 41/100 centavos). En córdobas el precio varía según el sabor y presentación por lo que oscila entre los C$37.00 y los C$52.00 córdobas. La tasa de impuesto representa el 29% de valor final del paquete, la tasa impositiva más baja de la región, la cual anda por el 45%, según este mismo informe.

¿Por qué es tan importante para la OMS que se aumenten las tasas de impuestos al cigarrillo? Porque aumentar los precios del tabaco mediante un incremento significativo de los impuestos constituye la medida individual más eficaz para disminuir el consumo de tabaco y para alentar a sus consumidores a abandonarlo. Los aumentos de los impuestos son muy importantes para disuadir del consumo de tabaco a los jóvenes y a las personas de bajos ingresos. También benefician directamente a los gobiernos porque les permite aumentar sus ingresos fiscales, y estos a su vez pueden utilizarse en el control del tabaco y en otros programas sanitarios y sociales.

En el Perú, el edificio que alberga el Instituto Nacional del Cáncer se construyó con las recaudaciones de los productos derivados del tabaco.

  1. Hablemos del Mercadeo Feroz: Tan solo en Nicaragua, en el año 2005, Belmont lanzó dos nuevas versiones de cigarrillos: Crema Mix y Tropical Mix, que vienen en cajetillas de 20 unidades y se distinguen por sus diseños juveniles. Cecilia Carbonero, entonces gerente de Belmont para Centroamérica y el Caribe, se refirió a estos dos nuevos productos: “van a comercializarse en negocios seleccionados y vienen solo en cajetillas de 20 cigarrillos, además, Nicaragua es el primer país de Centroamérica donde los lanzamos comercialmente”.

Posteriormente, expresó a la Prensa Nicaragüense: “pero las innovaciones no paran ahí, sino que las cajetillas vienen con diseños tropicales, ambas traen un caracol, en el caso de Crema Mix es celeste-azul que invita al relajamiento, mientras que la presentación de Tropical Mix es más pachanguera. Con esos diseños estamos invitando a los clientes a que pasen buenos momentos en compañía de sus amigos ya sea a la orilla del mar o en centros de diversión”, concluyó.

La OPS ha expresado su preocupación en estas estrategias que muestran que la industria del tabaco está “innovando” con nuevos sabores a la población de jóvenes y adolescentes, además, están produciendo cajetillas económicamente convenientes para los consumidores de bajo poder adquisitivo con el propósito de incrementar las ventas y promover el consumo.

Con estas estrategias, no dudamos del porqué la popularidad del consumo de cigarrillo de nuestra juventud, que al final pasan de la experimentación a ser consumidores estables.

  1. Monitoreo para hacer cumplir la Ley: En el mismo informe, la OPS comentó que, si bien es cierto, en Nicaragua los ambientes totalmente libres de humo de tabaco son: las Unidades de Salud y las Universidades (destacando la Universidad Centroamericana). El marco regulatorio establece que el sector transporte público debe ser libre de humo de tabaco, pero esto no se cumple. Nicaragua es el segundo país de la subregión centroamericana, después de Costa Rica, que no cumplen con los siete tipos de lugares públicos totalmente libres de humo de tabaco.

En la legislación vigente del país, se mandata el establecer las advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos y otros productos de tabaco, así como en todos los materiales de mercadeo que ayuden a informar a los consumidores de estos peligros. Sin embargo, aún persiste el hecho que no se describa –a través de Pictogramas–los efectos nocivos del tabaco para la salud en los paquetes de cigarrillos. Incluso, algunas distribuidoras ya han removido la advertencia “Fumar es dañino para la Salud” que debe cubrir el 60% de las caras frontales de las cajetillas y la han trasladado discretamente a un costado de las mismas; otras lo han reducido al 30% del tamaño de la cajetilla, pero todos violando el reglamento de la Ley 727. Nadie les ha censurado, trabajan con absoluta libertad, con bajos impuestos, en franco progreso y desarrollo económico, están innovando e incrementando el mercado de consumidores sobre todo entre los jóvenes.

¿Qué más pueden pedir? Sin duda, en este caso, se cumple el dicho: “le dieron la mano y se cogieron hasta el codo”. No es de extrañarse que en nuestro país la industria del tabaco está en su paraíso.

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